Hay obras que envejecen con los años; otras, como “Perhaps, Perhaps… Quizás” de Gabriela Muñoz (Chula the Clown), se transforman, se reinventan, respiran distinto cada vez que vuelven al escenario. El pasado 11 de octubre, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris fue testigo de ese renacimiento: un regreso que no apela a la nostalgia, sino a la confirmación del genio escénico de su creadora.
Estrenada en 2010 y presentada en más de veinte países, “Perhaps, Perhaps… Quizás” es una joya del clown contemporáneo y del teatro físico. Un guión sin palabras que ha recorrido el mundo, y los duelos, con una precisión casi musical, uniendo a espectadores de distintas lenguas, edades y culturas bajo una misma emoción: la del amor que espera, que se fractura, que muta y vuelve a comenzar.
En el corazón de esa entrañable historia está Gabriela Muñoz, quien, con virtuosismo usa el cuerpo como un lenguaje proficiente. Su personaje clown, Greta, ensaya una y otra vez su boda ideal, el momento perfecto, el “quizás” de lo que nunca llega pero que siempre se pregunta ¿cómo, cuándo y dónde?
Y así, debajo de los adornos y las risas se asoma una profunda reflexión sobre la ilusión del deseo humano. Como en La voz humana de Jean Cocteau, la obra se sostiene sobre un solo personaje que habita la ausencia: ese otro que pesa por no estar presente. Es un monólogo emocional sin palabras, hecho de pura fisicalidad y polisemia.
En un escenario donde no hay idioma más que el gesto, todos entendemos la espera, la ilusión, la pérdida. Nos reímos porque el clown nos invita a bailar al compás entre la tensión y la risa. Ahí reside parte de su poder: la universalidad del cuerpo, pero también del vínculo. Greta nos confronta con la humanidad compartida del amor: la expectativa del lazo afectivo, su ruptura y el inevitable proceso de transformación que sigue después. El color rojo que irrumpe lentamente sobre un lienzo puro y suave, blanco y rosa pastel, se vuelve símbolo del renacimiento, del amor y de la fuerza. Es el color del corazón que late incluso después de romperse.
Muñoz demuestra una maestría y trayectoria escénica excepcionales: una actriz que dirige sin dirigir, que elige sin imponer. Cuando llama a alguien del público a compartir el ritual de su boda, no busca un objeto escénico, sino un cómplice. Su lectura del público es quirúrgica y cálida: elige a su “pareja” con la paciencia de quien confía en el azar, en la intuición y en el destino.
En sus manos, el público se convierte en actor, en dama de honor, en oficiante de las nupcias y en orquesta que interpreta una partitura que ni el mismísimo Mendelssohn podría haber compuesto una noche de verano.
La obra es, por naturaleza, efímera y cambiante; palpita distinto cada noche. No sólo porque el teatro es irrepetible, sino porque el amor también lo es. Cada espectador llega con su propio equipaje emocional, con su historia sobre lo que el amor significa (el matrimonio, el amor propio, la amistad o la pérdida). “Perhaps, Perhaps… Quizás” no busca respuestas, sino preguntas que resuenan en cada uno de nosotros:
¿Qué hace al matrimonio tan deseado? ¿Por qué duele tanto cuando acaba? ¿Qué hacemos con el dolor del desamor?
El escenario ataviado meticulosamente en matices de blanco y rosa es una metáfora de pureza y deseo diseñado por Gabriela Muñoz y Valentina Muñoz; cuando el rojo entra en escena, lo mancha todo. La pasión consume la inocencia, el amor devora la espera, y el quizás se convierte en un ahora. Entre esos colores, como entre los estados del alma, Chula the Clown construye una obra que no se puede mirar desde lejos: se vive y se siente desde dentro.
Pero también hay esperanza. En la soledad y el dolor que siguen a la ruptura, “Perhaps, Perhaps… Quizás” sugiere el comienzo de algo nuevo. Desde el silencio, desde el vacío que deja el otro, nace la posibilidad de escribir otra historia. Tal vez eso sea la resiliencia: aceptar el fracaso amoroso sin perder la capacidad de crear, de reír, de empezar otra vez.
Porque después del amor romántico, o de su naufragio, quedan los amigos, el amor propio y la certeza de que el corazón, aun con grietas, sigue siendo capaz de inventar belleza.
Más de una década después, “Perhaps, Perhaps… Quizás” sigue siendo una de las piezas más honestas y conmovedoras del teatro contemporáneo. No sólo porque habla del amor, sino porque lo encarna: imperfecto, insistente, bello incluso cuando se rompe. Un ciclo que esta vez volvió a completarse en el escenario del Esperanza Iris, para después volver, como todo lo que amamos, al limbo donde persiste por la eternidad.
Premios otorgados a “Perhaps, Perhaps… Quizás”:
-MEJOR SHOW DEL FESTIVAL FRINGE NUEVA ZELANDA, NZ 2016.
-MEJOR ACTUACIÓN DEL FESTIVAL FRINGE NZ, 2016.
-PREMIO DEL PÚBLICO MOSTRA INTERNACIONAL DE TEATRO CÓMICO Y FESTIVO DE CANGAS. GALICIA, ESPAÑA 2024.
Hurry up! Get 25% off now for a limited time offer.